martes, 18 de febrero de 2020

LAS PERSONAS FELICES CON SU VIDA, SABEN PERDONAR AUNQUE LAS HAYAN LASTIMADO.


Perdonar no es nada fácil, requiere mucha fuerza y madurez para hacerlo. Pero es posible y necesario, especialmente para ti misma. 

La felicidad se encuentra en los lugares más inesperados. No existe un manual de cómo ser feliz ni tampoco de lo que debe hacerte feliz.  Cada día es una nueva oportunidad para elegir ser tú misma, para agradecer por lo que tienes, para disfrutar lo que está en tu camino, ¿por qué elegir ver siempre el lado negativo?

Ser feliz es una decisión que tomas cada día  sin embargo, siempre encontraremos personas que prefieren juzgar, criticar y lastimar. Es inevitable cruzarnos con estas personas cuyos ataques nos toman por sorpresa. 

A veces puede ser un amigo cercano, un miembro de la familia o un amor quien deja una herida en lo más profundo de nuestro ser. Aun así, cuando eres feliz con tu vida, sabes que de ti depende si afecta o no tu felicidad.
Todos hemos sido lastimados por alguien que era parte importante en nuestra vida. Todos conocemos la decepción, la sensación de un corazón roto y el coraje que da cuando alguien te traiciona por la espalda. Pero si eres una persona feliz, sabes que no hay nada más poderoso que el perdón. Porque si eres feliz, lo último que quieres es contribuir a esa parte de maldad que existe en el mundo.

El perdón te ayuda a sanar y a superar y al final del día, hace que tu vida mejore. Si te aferras a las heridas del pasado, te quedas con el amargo sabor del rencor y es ahí cuando le das poder a los demás de destruir tu felicidad.

El perdón tiene el poder de levantar y establecer tu espíritu, de liberarte y reiniciarte aunque no significa que debas dejar que esas personas vuelvan a tu vida. Porque al final del día, hay personas que no cambian y que seguirán provocando dolor a su paso.

Las personas felices no pierden tiempo haciendo mal a los demás y quienes no lo son, viven de juzgar y causar daño, ¿por qué ser parte de esa negatividad? Perdona y perdona con el corazón. No importa si no lo merece; recuerda que ante todo, lo haces por ti.
Los actos de bondad ayudan a sentirte bien contigo misma y con los demás y las emociones positivas que surgen con ello, mejoran tu salud mental y tu bienestar general.

“Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de arrojarlo a otra persona; tú eres el que se quema ”. ~ Buda

Por Karen Hernández 

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