En
lugar de recordar el pasado con resentimiento, hazlo con gratitud, pues te ha
dado sabiduría. Las cosas buenas llegarán cuando nos concienciemos que
realmente las merecemos.
Superar
el pasado no es fácil. Lejos de
olvidarlo, de pasar página como quien cierra un libro cuya lectura le ha
producido lágrimas y lamentos, lo que hacemos a menudo es leer una y otra
vez esos dolorosos párrafos.
Todo
acto, toda experiencia vivida a lo largo de nuestro ciclo vital, es un
aprendizaje que integrar en el baúl de la memoria, de las emociones, y de
nuestro crecimiento personal. No debemos “estancarnos” en el ayer.
El
pasado debe comprenderse, debe asumirse y después superarlo. Una vez nos
liberamos de esas cargas, nuestro corazón se sana y nuestra mente se libera.
Es el momento de esperar lo bueno que nos va a traer la vida.
Cómo
sanar las heridas del pasado
El
paso nos edifica como personas. Ahora bien, puede que hayas llegado a un
momento en tu vida en que al hacer balance, percibas que pesan más las
heridas que los hechos enriquecedores.
Las
pérdidas, las desilusiones y los fracasos ya sean emocionales o laborales,
suelen ser esas dimensiones que más daño nos hacen y que, en esencia, más
nos impiden avanzar.
¿Cómo
afrontar esta sensación? ¿Cómo superar el pasado? Te ofrecemos unas
claves básicas.
1.
No busques culpables, avanza sanando los rencores y el odio
Perdonar
nunca es fácil. ¿Cómo hacerlo si esa
persona se comportó de modo egoísta? ¿Cómo perdonar a quien nos hizo daño de
forma expresa y voluntaria? En ocasiones, nos encontramos con ese tipo de
personalidades que, lejos de ofrecernos un amor sincero y altruista, nos
hieren.
Enfadarse
es aceptable. Sentir ira, rabia e incluso frustración es lógico durante un
tiempo. El suficiente hasta que dure ese desahogo emocional donde las
lágrimas y el refugio de la soledad pueden ayudarnos a “liberar cargas”.
No
obstante, esta situación nunca debe alargarse más allá de los tres meses.
Pasado ese tiempo, hay que aceptar lo ocurrido y perdonar.
.
Ten en cuenta que quien odia es al
final prisionero de esa persona que le hizo daño una vez. Seguimos unidos
por un cordón umbilical que nos aferra y que, a su vez, nos enferma.
.
El perdón es una forma de liberarnos,
de dejar atrás y avanzar.
.
El perdón no debe dirigirse solo a la
otra persona: dirígelo también hacia ti. ¿Por qué razón? Hay quien se
culpabiliza por haberse equivocado, por “haber invertido tiempo, vida e
ilusiones” en quien no lo merecía.
Jamás
te culpes. Acepta lo ocurrido y, simplemente, respira, asume y persona. La
liberación interior que sentirás te ayudará a curar heridas.
2.
Cuidado con la nostalgia y recordar el sufrimiento
Te
interesará saber que la palabra “nostalgia” tiene su raíz en el griego y está
formada por “regreso, o volver a casa” y “sufrimiento”. Sería, pues, una
forma de seguir sufriendo al recordar el pasado, al recordar ese hecho del
ayer.
.
Vivir envueltos por la nostalgia nos
impide también superar el pasado. Es una manera de permanecer en el ayer
sin ver nuestra realidad más inmediata.
.
No importa si ese momento que te
causa nostalgia fue feliz o te produjo tristeza, lo que debemos tener claro es
que vivir cada día alimentándonos de esa nostalgia es otro modo de ser
“prisioneros”.
Difuminamos
el aquí y ahora y alimentamos emociones que ya no nos son útiles.
.
El tiempo pasado debe verse siempre
con gratitud. Es vida que hemos experimentado y, como tal, como seres
capaces de aprender, hemos de agradecerlo y después “dejar ir”.
.
La nostalgia tendría como función el poder acordarnos de aquel que fuimos y, a
su vez, poder observar la persona que somos ahora.
Puede
que haya pérdidas, pero lo que de verdad importa es el presente, ahí donde
debes levantarte como una mujer valiente y con ilusiones renovadas.
Permite que las cosas buenas lleguen a tu vida
¿Cómo
podemos conseguir que las cosas buenas lleguen a nuestra vida? No es cuestión
de magia, en absoluto, ni tampoco pienses que tu tren ha pasado, que ya no
llegarán segundas oportunidades a tu puerta:
El
permitir que las cosas buenas lleguen a nuestra vida, requiere cambiar de . ACTITUD.
En el momento en que te permites lo que mereces, atraerás lo que de verdad
necesitas.
.
En el momento en que dirijas tu
mirada atrás y veas ya el pasado sin dolor, sin odios y sin resentimientos,
tu ser interior ya se habrá sanado. Y esa liberación es como una puerta
abierta a nuevas experiencias que sin lugar a dudas, serán positivas.
.
Las cosas buenas llegarán a ti cuando
tú misma te conciencies que de verdad lo mereces. No te encierres con tus
recuerdos, no te acompañes ni te dejes influir por esas personas negativas que
ponen barreras a tus ilusiones y esperanzas.
No
permitas que corten las alas a tu crecimiento personal y, sobre todo,
atrévete vivir de nuevo.
.
Ser feliz y permitir que las cosas
buenas formen parte de nuestra vida requiere a veces ser valiente y hacer
algún que otro cambio a nuestro alrededor. Hazlo si así lo crees.
¡Todos
merecemos ser capitanes de nuestra vida y alzar las velas de nuestra
felicidad!
Fuente: mejorconsalud.com
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