Saben, hace unos días, me ocurrió algo, que me sorprendió:
Por apurada, y por dar una respuesta rápida, fui muy cortante en la
expresión; e inmediatamente, recibí una misiva de reclamos. Preguntándome: Que
me estaba sucediendo; si estaba enojada; Que pasaba, que estaba tan ausente;
Que no me estaba comunicando; etc., etc….
Yo sorprendida, les pregunté: Porqué estaban pesando eso??… Por qué
tanta susceptibilidad??… Que sí, reconocía que estaba ausente, pero los
motivos, eran solo por ocupaciones y no por otros motivos. Entonces, yo debería
pensar lo mismo de ellas; porque, yo tampoco he recibido comunicación alguna de
sus partes, etc., etc.
Al releer el mail enviado, comprendí, que a veces, por no detenernos
un segundo, podemos ser duras en una simple respuesta.
Luego, reflexionando, recordé este artículo que había leído; lo re
leí, y decidí publicarlo, para compartir con todos Uds. lo que me estaba
pasando, tratar de poner en práctica, lo ahí expuesto; y que también les
sirviera, a todos los demás, que están viviendo lo mismo…