Resumen de su biografía:
Nacido
en 1901 en Pigüé –localidad al sur de la Provincia de Buenos Aires, fundada por
colonos franceses a fines del siglo XIX–, Lyzandro Z. D. Galtier comenzó
escribiendo poesía en francés hasta que paulatinamente pasó al castellano. Luz
de pampa (1950) y Penumbra lúcida (1968) son, probablemente, sus obras más
conocidas. Autor de numerosos ensayos, entre los que se destacan Carlos de
Soussens y la bohemia porteña (1973) y el póstumo Leopoldo Lugones, el
enigmático (1993), fue también pintor y ceramista. Sin embargo, es posible que
su mayor aporte a la cultura argentina se encuentre en su labor como traductor.
Fue el compilador de los tres volúmenes
de La traducción literaria, una suerte de historia de la traducción en la
Argentina y, a la vez, una suma y balance de toda la poesía extranjera
traducida por argentinos y de toda la poesía argentina traducida por
extranjeros. Esos tres gruesos volúmenes, hoy poco menos que inhallables,
fueron publicados en 1965 por Ediciones Culturales Argentinas, con el auspicio
del Ministerio de Educación y Justicia, en una época en que todavía era
obligatorio que los funcionarios del Estado nacional estuvieran alfabetizados.
En 1984, le fué otorgado el premio
Konex– Letras. Murió en Buenos Aires en
1985.
Lysandro Zéfiro Deodato
Galtier (su nombre completo) fue mi Tío abuelo, al que quise y
admiré mucho.
Él, persona muy culta y
de gustos exquisitos, que me dejó por herencia, ese bagaje de educación,
cultura, y los mejores momentos vividos juntos.
Yo era muy pequeña,
cuando compartía esos momentos, por lo que, no me encontraba al alcance, para
comprender, leer y conocer, más íntimamente su obra. Ahora de grande, me doy cuenta de su
importancia, y me encantaría hacerla conocer; claro, que no heredé su don para
la escritura, por lo que voy a recurrir a alguien, que si lo hace, y ha escrito
un hermoso ensayo, sobre mi Tío.
Esa persona es Diamela
Sosa de Neumann (Escritora, Río cuártense) y una gran amiga de mi
familia.
Aproximación a la obra del poeta (extracto
del ensayo)
Quiero decir de un poeta
con acendrada vocación lírica y de una labor creadora desarrollada sin solución
de continuidad. Son dos las lenguas que le son cotidianamente afines, es
razonable que Galtier avizore una situación común de relaciones entre el
francés y el castellano, para ubicarse en su ámbito de escritor.
Me motivaron algunas
poesías, que una sobrina suya, Martha, puso en mis manos, el temblor al leer
sus versos enigmáticos; a veces, con un decir elevado y como plegaria otros.
En el año 1880 se radica
en Argentina, Clemente Cabanettes (1851-1910) aveironés. Se dedica a diversas
actividades, hasta que logra con Eduardo Casey y los franceses, fundar en el
año 1884 la colonia de Pigüé.
Inmigrantes franceses de
colonia Pigüé
El día 4 de diciembre de
1880 a
la 6 de la mañana arribaron los fundadores que poseían una concesión de 27.000
Has. para fundar la colonia agrícola de Pigüé.
Veintiséis años después,
en el acta Nº 150 de fecha 6 de octubre de 1906, se escribe la partida de
nacimiento de Lysandro Zéfiro Deodato Galtier, en el Registro Civil de Pigüé,
Pcia. De Buenos Aires, Partido de Saavedra.
Hijo legítimo del
declarante, Don José Galtier, casado, francés, agricultor de 35 años y de su
esposa, Sra. María Josefina Fraysinet, francesa de 33 años, domiciliada en la
misma casa.
Que ésta es hija de
Joseph Thomas Fraysinet y de María Vigroux y el exponente es hijo de José
Galtier y de Rosa Couderc.
Este último matrimonio
tuvo siete hijos nacidos todos en Ledergues (Francia), antes de partir para
Pigüé.
Todos ellos se casaron
en nuestro país; por lo tanto, fueron gran parte de los hijos de franceses que
poblaron nuestro territorio argentino.
La Esterlina –Pigüé
José Galtier traza los
planos de la Iglesia de Pigüé y dirige su construcción; dona previamente el
terreno que ella ocupa.
José Galtier fallece en
Buenos Aires, en la calle Teodoro García Nº 2456, el 30 de julio de 1940.
Lysandro Zéfiro Galtier
cursa estudios primarios, secundarios, bellas artes, cerámica, pintura. En
Buenos Aires estudió Filosofía y Letras. En París realizó cursos libres en la
Sorbona.
Se desempeñó durante
varios años como Director de la Biblioteca del Ministerio de Hacienda.
Lysandro Galtier, de
espíritu generoso y afectivo, deja la historia de su familia, en minuciosas
referencias y explicando el origen de sus nombres.
Escribió en los
principales diarios de Buenos Aires.
Francia tuvo mucho que
ver en el desarrollo de la poesía argentina. Sin ir al siglo pasado, en el Nido
de Cóndores, de Olegario Andrade, vemos ya la sombra de Victor Hugo. En la
Montañas de Oro, de Lugones, también el modernismo, que Rubén Darío llevó a la
cúspide, aumenta la presencia de la poesía francesa en la cultura argentina.
La revolución política
francesa estaba ya hecha a la llegada de Rubén Darío a París. Triunfaban los
poetas simbolistas. El credo poético de Verlaine había dado las normas a la
nueva escuela, libertad de estructura, independencia de la rima.
También los traductores
de la poesía francesa son numerosos entre nosotros: “Una temporada en el
Infierno” de Rimbaud, mereció la traducción conjunta de Enrique Molina y
Oliverio Girondo. Ulises Petit de Murat tradujo “Las flores del Mal”, de
Baudelaire. También lo hicieron Nicolás Olivari, Raúl González Tuñón y Victoria
Ocampo. Luisa Mercedes Levinson recibió palabras académicas por su devoción en
defensa de la cultura francesa en nuestro país.
Lysandro Galtier tradujo
“El Cementerio Marino” de Paul Valery, obra de difícil simbolismo y un arte
sutil. Fue llamado el “abanderado de la poesía francesa en la Argentina”
(Benarós).
Benarós, luego de 15
años de labor, rehaciéndola cinco veces, aportó otra versión de “El Cementerio
Marino”.
“Este techo apacible
que navegan velas como palomas entre pinos y tumbas late…”
Galtier nos ha legado
una importantísima obra literaria; “La Traducción Literaria” (ensayo)
con una Antología del Poema Traducido en III Volúmenes, en Ediciones Culturales
Argentinas – Ministerio de Educación y Justicia.
En dicha obra, reúne
poemas de autores latinos, griegos, persas, hindúes, hebreos, franceses,
italianos, alemanes, lituanos, eslavos, etc. Traducidos al español por
escritores españoles y argentinos.
También registra poemas
de autores argentinos traducidos al francés, inglés, italiano, lituano, checo,
Idish, etc. Por escritores extranjeros.
En total, 586 poemas traducidos
por 213 traductores, correspondientes a 210 poetas.
Algunos autores:
Antímero – Homero – Virgilio – Horacio – El Kayyam – Dante Alighieri –
Shakespeare – Goethe – Mallarmé (Traducido por Juan Filloy) y aparecido en el
Diario “El Pueblo” – Río Cuarto, 20/10/1929.
Lysandro Galtier fundó
en París la “Asociatión Les Amis de Milosz”; amigo personal del escritor y a su
pedido, traductor de sus obras al español.
Galtier, tradujo 16 obras del francés al
castellano, y dos libros de Juan Ramón Jiménez y Alfonso Reyes, al francés. Del
primero: “Animal de fondo” y del segundo “Cantata sobre la tumba de Federico”.
Su enorme obra de
traductor, poeta, ensayista, viajero permanente por el mundo, hizo que le
nombraran secretario del Ateneo Cultural Argentino Helénico. Fue socio fundador
de la SADE, miembro de la Comisión Directiva (1969); secretario del Centro
Argentino del PEN Club Internacional; tesorero de la Fundación Amigos del
Libro; miembro de la Asociación Argentina Helénica Pro- Autodeterminación del
pueblo Chipre en Argentina. Formó parte del grupo de los cuatro, con Horacio
G.March, Anofrio A. Pacenza y Juan Antonio; intelectuales y artistas del
Uruguay.
El Poeta Lysandro
Galtier nos da su medida lírica en sus obras “Itineraire, suivi de realité du
souvenir”(1936) “Lumiere de Pampa”(1937), reeditada en castellano en 1950 con
el título de “Luz de Pampa” (Extensión interior) con ilustraciones de
B.Planas.
Mot de Passe:
“Derouement”(1942), “Penumbra lúcida » en 1968. « El
Nombre Sagrado », edición UNC (1965). Escribió una extensa e intensa
psicobiografía de Milosz, “El Inmenso”.
“Luz de Pampa”,
quedará entre los más bellos, densos y resplandecientes poemas de las letras
argentinas, de no importa qué tiempo.
“Pocos han alcanzado a
rendirle la nota digna de su despojada grandeza”. Con voces nuevas que parecen
antiguas, recupera su territorio; todo es camino y distancia buscando lo
esencial: su dimensión interior. Llama a la Pampa:”Lienzo de la Verónica”.
Su rostro seguro, tenso,
decidido y bello, marca la altura de su espíritu; en su memoria de la Pampa,
que lo conduce a su antigua morada, al predio nativo, para detener la llanura
con su voz.
Desde las páginas de su
libro vemos que el hombre y la tierra tienen un destino común, intransferible.
En cada una de sus páginas concede al paisaje soledoso un matiz de milagro.
“Tiene una atmósfera su
libro, que se queda en el alma”.
Arturo Capdevilla de la Academia Argentina de
Letras.
“Penumbra Lúcida”:
Libro de oficio luminoso que se alza por encima de tinieblas para anunciar lo
trascendente. Fondo Nacional de las Artes.
En el año 1968 por el libro
“El Nombre Sagrado”, recibió el Premio de la Subsecretaría de Cultura de
la Nación.
En el año 1984 Jorge Luis
Borges recibió el Konex– Letras de
Brillante a la mejor figura de la Historia de las Letras Argentinas; y en el
mismo año, Lysandro Zéfiro Deodato Galtier, el Konex de Platino, en la
Disciplina Traductores.
De todo cuanto he dicho de mi ¿qué es lo que perdura? (Paul Eluard – 1895 – 1953) Papeles de Buenos Aires Nºs.3-4 1944.
Poniendo, con su permiso, esta pregunta en boca de Lysandro Zéfiro Deodato Galtier, me atrevería a responder: A mi entender, ha perdurado su canto alzado, amor al lugar, a la tierra donde vio por primera vez, su rango, su sangre, ese oro interior: presencia primero y trasparencia después. Su afirmación de lo Absoluto; el duradero asombro, la amistad, remanso del cielo; su ala viajera, el conocimiento universal.
Falleció el 30 de Junio
de 1985, a
los 79 años.
A su querida memoria,
con jazmines blancos y azules, del color de la bandera de la patria, que tanto
amó, profunda y rotundamente amó, el recuerdo admirado de quien habla.
A
la memoria del poeta Lysandro Z.D. Galtier
“Luz de Pampa, extensión
interior” , es tu mirada.
Allí quedó grabado para
siempre,
cuando el hombre se sumó a
la llanura,
con un buril de fuego
abrasador.
La pampa te habitó desde el
comienzo
cuando pusiste tu planta en
ella.
Coronándola frente al
cielo, en la alborada
ya fue tuya, como una bella
novia enamorada.
ya no pudiste abandonarla
nunca.
“Tierra preclara, pudorosa
del sur”.
Entró en tus huesos y en tu
sangre
y fue esa tierra tu espejo
fiel, azul.
Ella está entre las dos
manos juntas por el ruego,
cuando imploraste el
Supremo Hacedor,
ella está donde el cielo y
la tierra te cubrieron,
en ese “silencio de elevado
rango”,
en el instante infinito,
también con su amor
te cubrió. Donde la más pequeña
brizna seca,
tembló en oración.
Ella está en la pampa
infinita, en tu postura de alga.
En tu retorno a Dios.
Diamela Amida Sosa de Neuman.
LYSANDRO Z. D. GALTIER
ULTIMO VERTIGO
Poema
Del
silencio venido
hacia El
silencio voy
hacia
fuentes tiendo,
hacia lo
absoluto.
Que el
mundo latente
de lo
manifestado,
ya no ha
menester
de otro
signo mayor.
Con el
pensar, mi cuerpo
-roja
tierra de espinas germinado-
poco a
poco de mí se libera y me abandona
y no es
de pronto sino
vestidura
de mi espíritu
y su
tabernáculo.
Sucede
que, despierto,
no soy
más que el objeto,
la cosa
y la persona
que por
ojo (el ojo,
la
lámpara del cuerpo)
percibo,
que
siento por palpadura
y por
oído escucho,
-todo
cuanto pot magia-,
en fin,
intuyo y
me rodea.
En mi
más alto sueño,
en
cambio,
-costumbre
de costumbres,
subvida
de lo eterno trastornado-
el
universo todo,
sin
tiempo ni riberas
vibra
insondable
en mi
dentro
¡Oh
milagro del ritmo transitivo,
oh,
microcosmos sigiloso!
Soy centro
entonces
y
horizonte
con el
centro y con el horizonte;
Punto de
reencuentro y puerta
por un
detrás de luz configurados.
Uno en
presencia soy
-indivisible
y sucesivo-
en la
conciencia cósmica
con el
infinito,
con mi
multitud,
con el Uno.
Insigne
resplandor me inunda,
me
desnuda y me es,
más, en
verdad,
buscando
todavía estoy…
En el
abismo místico
(en el
abismo mágico) sumido,
buscando
el rostro estoy que yo tenía
antes de
que se creara el mundo.
Nombro
la pampa –ala de la tiniebla, gran
ausente-
la llanura sufrida de quien mi alma
aprendió
el gesto, la actitud,
el
relieve rotundo y jocundo perfil.
tierra
preclara, pudorosa del sur,
distinta
y alta y llena de retrocesos.
Tierra
lisa, desfallecida, desfalleciente
más
lenta y perezosa aún
que una
caricia.
Extensión
labrantía del Alba, mezclada con
el
Ángel;
Palidez
decreciente donde el alma se
despierta
y reconoce
como en
un prolijo espejo guardián,
donde
todo exilio no es sino
severa
pervivencia.
Tierra
mayor (sola, total y única)
dadora de
infinito;
Submergido paisaje,
territorio mental
inaccesible.
Tierra embarazada
de herrumbrosos ponientes
donde El sol suena
como un gong.
donde el sol
reclama que su sitio sea
un poco más alto
sobre el horizonte.
Tierra allá abajo,
al sur abierto,
segura y grande y
cercadora
como la serenidad
del dolor.
Tierra del
contemplar, perfecta y definitiva,
manifiesta y
secreta, asentada y desnuda
como la muerte.
Desnuda como la luz y
alumbrada por
dentro.
¡Pampa, lienzo de
la Verónica!
Sólida antigüedad
del gesto,
rama desplegada de
voces muertas,
sombras del
adentro.
Recuerda tú
también que una llanura
siempre en
suspenso,
-alto remanso de
melancolía-
une mi infancia a
mi sueño.
Esta llanura
(color de playa,
playa ella misma),
más grande que ninguna
costumbre; más
dolorosa aún
que la ternura
oculta, inconfesada.
la llanura
primitiva, la extensión
invisible, carne
desnuda,
carne desierta y
sellada
en donde el cielo
comienza.
Y que una época
vendrá
-zozobra humana
mía, altanera-
en que, en una
clara conciencia terrenal
todo esto, todo
esto contará.
muchas gracias por compartir este texto tan interesante sobre mi antepasado ultramarino!
ResponderBorrarDesde Francia, un abrazo!
Frédéric Galtier
Que emoción!!! y que honor recibir tu comentario... Los lazos sanguíneos nos unen, y acortan nuestra distancia. Muchas Gracias y Bendiciones!!!
BorrarHola soy Franco Alejandro Galtier hijo de Carlos Alberto Galtier nieto de Carlos Fernando Galtier bis nieto de don Rufino Fernando Galtier ....me siento muy orgulloso de Lysandro Zéfiro Deodato Galtier ya que admiro muy mucho su dedicación a la literatura...
BorrarLa verdad muy muy interesante. Muchas gracias por tanta información. Muy lindo. :)
ResponderBorrarLysandro Z.D.Galtier fue un poeta de gran espiritualidad, gran traductor y ensayista premiado y muy estimado por los intelectuales argentinos, entre ellos León Benaros.
ResponderBorrarHola, soy Carlos Alberto Galtier hijo de Carlos Fernando Galtier, nieto de Fernando Rufino Galtier y bis nieto de José Galtier un orgullo grandísimo de ser sobrino nieto de Lisandro Z D Galtier. La literatura es algo que se heredó, es muy interesante .
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