Años duros… si los hay!!!
Pero, para mí, Gracias a Dios, mucho mejor que el anterior!!…
Dicen que todo es una enseñanza para crecer… dicen que lo “malo”, o lo
que así catalogamos, es un aprendizaje disfrazado… Y Yo lo comprobé; es así!!
Porque Dios no te va a dar lo que tú “quieres”, sino lo que
“necesitas” para aprender y evolucionar… y así debe ser, no más…
Este año fue movilizante, duro… pero tan enriquecedor y tan MAESTRO…
como pocos…
Y está en uno, el aprender y aceptar, o quejarse y llorar… y quedarse
ahí, en la victimización…
Ese “por qué a mí”… se transforma en un “por qué NO, a mí”… y tomar la
piedra como una posibilidad de mirar desde más arriba, y no como algo que te
aplasta.
Mientras escribo esto, me pregunto a quién va dirigido… y creo que a
mí misma… y por qué no?, a quienes me acompañaron en estos 365 días, aunque en
realidad, en toda mi vida… pero estos 365 días son donde me estoy enfocando.
No puedo dejar de mirar a mi familia como motores principales, y
grandes maestros que la vida me ofreció. Esa garra y ese amor que los
caracteriza, tan profundo que no se puede explicar.
A mi madre, con su enseñanza de vida… (Y esto no vino como el oro
pulido y deseoso de ser comprado, sino como un diamante no pulido)…
Esta fue una de las enseñanzas más importantes de mi vida… tuve que
remarla y remarla y aprender, y volver aprender a dejar que el universo se
explique, y me enseñe. Que por más que yo haga e intente controlar las
situaciones, la gente, a mí misma… todo es como tiene que ser… todo es como ES.
Y así, como dicen los chinos Wu Wei, el famoso y malinterpretado “no
hacer”, no se refiere a quedarse de brazos cruzados… sino a hacer desde otro
lugar, desde ese lugar de la entrega, de la confianza, de la fe, de la certeza…
Y eso, mi madre me lo enseñó.
A mi padre, otro Maestro, que me enseño la fuerza que tengo, la garra
que puedo sacar y no perderme nunca en el intento… sin dejar de ser Yo, sin
caer… porque estoy entera…
A mis compañeros de camino, maravilla de gente. Aprendo de ustedes
todos los días…
Me reconozco en cada uno de ustedes, siempre despiertan partes mías
que no conocía… o que había olvidado…
Que sería de nuestro caminar sin ese lazo que nos une!
A mis alumnas cibernéticas, que todos los días me enseñan mucho más de
lo que yo les enseño a ellas… MUCHO MÁS…
A mis amigos… SIN PALABRAS…
A mis amigos virtuales, los que me leen día a día, y quienes me
muestran constantemente el camino con sus comentarios y enseñanzas.
A la vida, tan maravillosa, que me pone en el camino tantos maestros y
que me susurra al oído…
Ey!!!
Mira!!!
Abre los ojos!!!
No te duermas!!!
Mira todo esto, todo lo que te
pasa, todo lo que tienes!!!...
Y no me queda otra cosa que decir, lo que en ningún momento dije en
este escrito:
GRACIAS!!!...
Infinitas gracias por acompañarme un año más. Dios derrame infinitas
bendiciones sobre todos y cada uno de ustedes, y nuestros mejores deseos en
este Nuevo Año.
Que todos sus sueños, metas, ilusiones, propósitos, se cumplan y sean
muy felices.
MUY FELIZ Y PROSPERO 2019!!! 🥂🍾
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