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domingo, 21 de agosto de 2016

Hacer el asado es cosa de hombres

 
Receta del Asado Argentino  
 
Si hablamos de cocina argentina hay que hablar de asado, una de las pasiones más extendidas de su pueblo. El asado es la cocción de distintas partes de carne de la vaca a las brasas.

Hacer el asado es cosa de hombres
Por Julián Gallo




En Argentina, en casi todos los países de Latinoamérica, y en Estados Unidos, ocuparse de hacer carnes asadas a la parrilla con fuego y carbón (hacer el asado), es una actividad de hombres. Hay una división de género infranqueable, indiscutible e inapelable que considera que la parrilla le pertenece al género masculino. A tal punto, que ver a una o varias mujeres preparar un asado a muchos hombres puede parecerles una extravagancia graciosa, como si se tratara de criaturas incapaces de hacer semejante cosa.
Es sexismo puro (¿es sexismo puro?). No hay ninguna razón que pueda argumentarse que justifique una habilidad masculina innata en el manejo del fuego, la parrilla y las carnes, y una incapacidad inexplicable por parte de las mujeres para realizar la misma tarea elemental de hacer fuego (¿hay acaso algo más elemental?) y poner carne sobre hierros calientes a la distancia correcta durante un tiempo específico. Es decir, de todos los métodos de cocción, el asado a la parrilla es de los más sencillos que existen.
Pero la territorialidad de los hombres sobre las parrillas podría tener una explicación evidente, la preferencia. Según una encuesta publicada por Allrecipes (uno de los principales sitios de recetas del mundo), la mayoría de los hombres prefiere la comida asada a cualquier otra forma de cocción. En cambio para las mujeres la comida preferida son las pastas. Es decir, según esa encuesta, la razón por la cual las mujeres no hacen asados no es exactamente porque no saben o no pueden aprender, sino porque no les interesa.
Para que quede claro que la relación entre hombres y parrilla no se trata de un prejuicio machista argentino, el comic que sigue publicado en 1954 por la revista norteamericana Collier. Acá se describe de forma satírica la evolución de la cocina y el primitivo y original interés masculino por la carne asada y el fuego.


 
Entonces, sin discusión, hacer asado es cosa exclusiva de hombres, acá, en Uruguay, en Chile, en Brasil y en todas partes, porque es algo que le interesa hacer a los hombres. Quedará para los antropólogos explicar por qué no le interesa a las mujeres. En Estados Unidos existe un latiguillo definitivo que dice “Women cook, men grill” (las mujeres cocinan, los hombres hacen parrilla).

El guion masculino de un asado
 

 

Un blog publica una adaptación argentina de una secuencia humorística (originalmente publicada en inglés en un blog sobre historia de las barbacoas) que describe desde el punto de vista de una mujer, la serie de acontecimiento que rodea la preparación de un asado. Incluye una división de tareas tan específica como polémica. Dice:
1. La mujer, va al supermercado a comprar todo lo necesario para el asado.
2. La mujer prepara la ensalada, las papas con mayonesa y el postre.
3. La mujer, prepara la carne, la pone en una fuente con los utensilios necesarios; mientras que el hombre está sentado junto a la parrilla, tomándose un vino.
4. El hombre pone la carne en la parrilla.
5. La mujer vuelve adentro, a poner la mesa y a preparar la ensalada.
6. La mujer le dice al marido, que la carne se está quemando.
7. El hombre saca la carne de la parrilla.                                     
8. La mujer pone los platos en la mesa.
9. Después de comer, la mujer trae el postre, levanta la mesa y luego lava los platos.
10. El hombre le pregunta a la mujer, si está contenta de no haber tenido que cocinar ese día, lo que me dan ganas de mandarlo a la rep$”#!@!#

Con matices, todos los argentinos participaron alguna vez de asados así, con hombres hablando alrededor de una parrilla humeante, y mujeres que se ocupan de las ensaladas mientras intercambian secretos. Tal vez, ese es un ritual muchísimo más antiguo de lo que se cree, uno que retrocede hasta más de 100.000 años. Como en el comic, los hombres al lado del fuego cuidando la carne de animales, son la representación más verdadera, primitiva y profunda de la humanidad.
Queda un caso raro, la de aquellos hombres que no saben hacer un asado. Un comercial de vinos hizo un divertidísimo retrato de estos seres:




El Asado
Comer un asado de carne de vaca cocinado a la parrilla es una arraigada costumbre Argentina. Los antiguos gauchos tenían formas muy particulares de hacer asado como nos cuenta Concolorcorvo
No es la intención de esta sección, en este momento, enseñar a hacer un asado… Eso sería pecar de alabancioso, pero si podemos dar algunas pautas que ayuden a los neófitos a desenvolverse frente a una parrilla.
Se puede acompañar el asado con pan o ensalada de verduras. La carne también se puede mojar con “chimichurri” (en algunos sitios lo hacen con aceite, vinagre y un poco de picante) para que la carne no se seque (esta técnica es buena para la carne de cordero).
Es menester tener algunos puntos en cuenta antes de comenzar esta práctica, con tanta historia y tan cara al sentimiento y paisaje argentino, prácticamente el paraíso de la carne:
Se debe tener en cuenta que el carbón de marca dura más tiempo y da más calor que el común, la leña le da un gustito ahumado que no a todos gusta. Si hace con carbón y quiere ese gustito que da la leña, arroje unos trocitos de tablas al carbón encendido y tape la carne con un papel de diario.

Encendiendo el fuego: hay infinidad de métodos y procedimientos para “prender” el fuego, aquí van a algunos que pueden darle una mano:

– El primero no es muy autóctono pero si eficaz: compre una velita en la carnicería y haciendo una pequeña cueva con el carbón (o leña) enciéndala dentro. Parece cosa e’ mandinga pero en unos minutos tendrá un buen fuego.

– Puede poner el carbón encima de la parrilla y encender tablas o diarios desde abajo. Este sistema se parece a una fragua, ya que el aire también ventila por debajo.

– Haciendo una cuevita, se ponen bollitos de papel de diario y se los va encendiendo y soplando (recomendamos la palma o “ventilador santiagueño”, si tiene un ventilador y no le gusta el trabajo artesanal, de le nomás). Este sistema es medio arduo pero muy efectivo.

– Por último, y para no cansar, se puede hacer una especie de serpentina con papel que tenga forma de cono, encima se pone el carbón (o leña) y se enciende.

Cuando está listo el fuego: el buen asador, o al menos el experimentado, con solo verlo ya sabe si la temperatura es la adecuada para no arrebatar la carne (cruda por dentro y quemada por dentro) o para no secarla (cuando el fuego es muy débil pasa esto). Cuando las brasas se hicieron, expándalas por la superficie que ocupará la carne en la parrilla. Una vez hecho esto tiene que poner la mano extendida unos 5 centímetros por encima de la parrilla… El fuego estará justo cuando pueda soportar unos 8 segundos aproximadamente (si quiere apurar el fuego serán 6 y si quiere demorarlo un poco serán 10 u 11). Si está muy fuerte quite las brasas a los costados, de lo contrario agregue fuego.

Salando la carne: esto también depende del artesano, algunos salan la carne directamente cuando se está asando, para evitar que se seque… otros la salan antes de ponerla al fuego y cuidan de que salga a punto.

Los cortes: los nombres de los cortes son distintos en las distintas regiones del país, aquí intentaremos darle los distintos apelativos, si los hubiera, para ayudar a su orientación:
Tenemos achuras como la molleja, el chinchulín, la ubre, los riñones, etc. Chorizos criollos (con vinagre) o parrilleros… en los chorizos siempre es mejor si la proporción es 80% de carne y 20% de grasa, los hay de chancho y de vaca.

Cuando se terminó de comer y beber, es bueno arrojar algunos sobrantes de comida al fuego, esta tradición se hace para que el fuego se “alimente” y podamos hacer un asado allí en otra ocasión.

Cortes más buscados y sabrosos:
Punta de verija (Colita de cuadril)
Picana (Tapa de cuadril)
Vacío
Asado (costilla) es más tierna la de 1º o 2º corte.
Matambre
Tapa de asado
Entraña
Faldita
Marucha

Sería demasiado indicar el modo de hacer el asado porque “por cada asador hay una técnica para asar“, por cada asador hay una forma de hacer el fuego, calentar la parrilla, poner la carne y sacarla (jugosa, seca o a punto). Pero podemos ver el siguiente video, como un ejemplo:

Cómo preparar una parrillada

 Tutorial: 


Podemos compartir también, algunos secretos de cómo hacer un buen Asado argentino

En la parrillada se empieza con una empanada, luego es el turno del choripán y la morcilla, para seguir con el queso y las achuras antes de que hagan su aparición los distintos cortes de carne. Aparte del fútbol, el tango, el mate, el dulce de leche…., la comida que mejor representa a los argentinos es el asado…, prácticamente en todas las celebraciones familiares, la menor excusa sirve para prender el fuego y festejar un cumpleaños, el día de la madre, el campeonato de fútbol o la comida de los domingos.


¿Es el asado cosa de hombres? ¿Por qué crees que es así?
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