Diario Ana Frank
Ejemplar del diario de
Anna Frank expuesto en el museo de Anna Frank en Amsterdam, Holanda.
La Casa de Ana Frank abrió hoy todas las instalaciones del museo
después de dos años de renovaciones, que concluyeron con una ampliación de las
dependencias, incluyendo la entrada, en uno de los centros culturales más
populares de Ámsterdam. "El interés en la historia de la vida de Ana Frank
no ha disminuido. Muchos de nuestros visitantes tienen menos de 25 años y están
fuera de Europa. Por lo tanto, es importante profundizar en el contexto
histórico y los antecedentes de la historia de su vida en el museo", se
explica en un comunicado.
La entrada y la salida están ahora invertidas, por lo que el acceso
está en la calle Westermarkt, y no en la tradicional Prinsengracht, donde era
habitual ver las largas colas de los turistas que quieren acceder al museo. Se
ha instalado un guardarropa, una zona educativa y una nueva sala de recepción,
más grande que el acceso anterior y que permitirá atender a los 1,2 millones de
personas que visitan el museo cada año.
Además, para evitar la saturación que ha caracterizado a este museo
hasta ahora, el 80% de las entradas se pondrán a la venta con dos meses de
antelación y solo se podrán adquirir por internet, mientras que el otro 20%
estará disponible un día antes.
El Anexo Secreto donde se escondió Ana Frank y su familia mantiene su
carácter auténtico, pero la ampliación ha permitido al museo agregar más
material visual donde se incluye un mayor contexto histórico y más información
sobre las nueve personas que se escondieron en la antigua fábrica, según
explicó la directora del museo, Garance Reus-Deelder.
Dado que la mayoría de los visitantes son jóvenes, dice, se incluyen
explicaciones sobre los eventos en la década de 1930 en Alemania, cómo vivió
Ámsterdam la Segunda Guerra Mundial y algunos nuevos detalles sobre la
persecución de los judíos en Holanda y el resto de Europa.
El rey Guillermo Alejandro de Holanda fue el encargado de inaugurar
hoy las instalaciones del museo junto a un grupo de jóvenes de entre 16 y 20
años que colaboran con la Casa de Ana Frank para concienciar contra el
prejuicio y la discriminación.
El acceso a la casa de atrás del edificio estaba oculto tras una estantería giratoria. Allí permanecieron con otra familia que tenía un hijo y un hombre ...
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