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sábado, 21 de septiembre de 2019

MUJERIEGOS

 
Un hombre rodeado de muchas mujeres es un niño pequeño que tiene muchas madres.
Cuánto más le perdonan las madres sus travesuras más niño pequeño sigue siendo.
Lo peor que puedes hacer con un hombre es hacer de mamá. Te va a joder siempre.
Y tú, abnegada y cabreada pero lo vas a perdonar y justificar siempre porque eso, es lo que hacen las madres!!!
Eres la mamá cuidadora que se dejará hacer daño porque en el fondo tu ego está también tan inflado, que prefieres ser la eterna víctima, la mártir, la de las medallas, la "buena", para demostrar que él es el malo.
Es una forma retorcida de demostrar que eres mejor que él.
Si te preguntas por qué no te deja libre, si tiene tantas amantes, la respuesta es: porque tú eres la única mamá que podría soportar su actitud, o al menos así lo cree él y tú se lo ratificas todo el tiempo, cada vez que después de enfadarte, lo vuelves a perdonar.
Perdonar engrandece y enaltece y deja a la otra persona por debajo de ti.
Esto es lo que sucede a nivel inconsciente entre vosotros.
Es vuestro pulso.
Probablemente estéis reproduciendo historias afectivas de vuestros padres, abuelos, bisabuelos... 

Él en ti ve a mamá.
Tú en él a tu papá siendo niño y tú haciéndole de madre.
Por eso aunque parezca de entrada que eres su hijita, no. Haces de Mamá.
Él pierde la cabeza con mujeres que sólo hacen de mujeres con él, eso despierta su instinto masculino más arraigado y dormido y le motiva muchísimo porque esa virilidad lo empuja a hacerse hombre y a soltar a mamá (y parejas que hacen de mamá) a soltar su inmadurez y hacerse hombre, reconciliándose con papá, dejándose de ver a sí mismo más grande y mejor que su padre.
Pero está cómodo en su inmadurez, su madre y sus sucedáneas de madre lo han invalidado tanto, que no se cree suficiente para esa mujer.
Y vuelve a casa con mamá. Está separado emocionalmente de papá, el cual es el único que puede transmitirle capacidades como la dirección en su vida, la toma de decisiones, la acción, la capacidad resolutiva, el atreverse...
Suelen tener un ego descomunal, un concepto de sí mismo de sobrevaloración absoluta, son los eternos príncipes narcisistas que sólo se miran su ombligo.
Se creen mejor que papá en parte porque mamá se lo ha hecho creer así.
En realidad debajo de tanta sobrevaloración hay una carencia gigantesca.
Tienen miedo de hacerse hombres.
Son los esposos simbólicos de mamá.
Probablemente han tenido una mamá que tenía algún conflicto con su marido y se ha volcado en el hijo, convirtiéndolo en su marido simbólico.
He ahí el enganche del niño que cuando se haga mayor extenderá este conflicto con las mujeres.
Este hombre no te ama.
Te necesita.
Necesita tener un lugar a donde regresar que le huela a hogar.
Hace sus travesuras y luego regresa con mami.
Sabe que será perdonado y que sólo es cuestión de que aguante un poco el chaparrón.
Y luego todo volverá a la normalidad.
Tú volverás a confiar en él y te la volverá a pegar.
Pregúntate a ti misma para qué aguantas si sabes perfectamente la verdad.
De hecho tapas las aventuras de tu marido y no quieres que nadie lo sepa porque cuanta más gente lo sabe menos excusas te quedan para justificar que aún quieres seguir con él porque ni tú misma lo entiendes.
Te invito a observar qué necesidades infantiles satisfaces aguantando está situación.
Quizá tú también creas ser mejor que mamá, queriendo salvar a tu padre.
Ese hombre no te ama a ti, ama a otra o ha amado a varias mientras ha estado contigo pero cuando la cosa se pone seria y hay que dar un paso se acojona porque en el fondo es un niño inmaduro y rompe con esa mujer, vive su drama hasta que se enamora de otra, se obsesiona y cuando la cosa se vuelve a poner seria huye de nuevo.
La otra no le aguanta sus travesuras porque la otra quiere un hombre, y tú sí se las aguantas porque tú quieres un hijo para salvarlo y darle el amor que no tuvo, (tu papá en niño). Por eso regresa a ti.
Este hombre tendrá tendencia a relaciones por internet para masturbarse y disfrutar con su fantasía porque no es hombre para ponerla en práctica, es cobarde e inseguro como un niño chico.
Y si logra vencer la barrera física y quedar con su amada cada vez que termine de tener sexo se irá corriendo con alguna excusa de que tiene prisa porque no sabe gestionar lo que sucede después de la relación sexual.
Tiene miedo a enamorarse y a que eso le ponga en la tesitura de tener que tomar una decisión que no se atreve a tomar porque le da pavor salir de su zona de confort.
Valórate. Date cuenta de que tu comportamiento y actitud (la eterna mami) fomenta esta situación.
Cambia tu patrón de comportamiento desde la raíz. Mientras estés dentro del rol de mamá no puedes romper porque inconscientemente para ti es como abandonar a un hijo (a papá de niño) y tú quieres ser la salvadora mártir y víctima.
En el momento en el que te metes en tu rol de mujer podrás romper con ese hombre.
Lamerte tus heridas.
Aprender del pasado.
Soltarlo y abrir tu corazón a otro tipo de hombre más maduro siendo tú también más madura.
Porque al final la mujer madura no se fija en el físico, sino en que exista química, atracción, madurez, y otras cosas importantes para compartir la Vida con alguien.
Un hombre que haga de hombre y que así sólo tengas que hacer de mujer. Nada más. Es absolutamente gratificante. Cuánta paz.
Por eso, a veces quien pierde está ganando, y quien gana está perdiendo.
Si eres mujer y alguna vez te ha sucedido algo así, haz de madre sólo con tus hijos, tus perros y tus gatos.
Porque como lo hagas con tu marido la pareja se extingue y queda una relación tóxica de madre-hijo.
Codependientes porque por vuestra costumbre ahora no os sabéis deshacer de ella por eso estáis encadenados.
Deja de echarle la culpa a él, a sus amantes o a la mala suerte y asume que tu comportamiento fomenta también está situación. Ve a terapia. Pon remedio.
Sé que esta es una maldita verdad incómoda.
Y que ahora mismo si te has sentido identificada leyendo esto te estás cagando en todo lo que se te ocurre. Lo siento. Te estoy ayudando a abrir los ojos.

Creo que la mayoría de las mujeres alguna vez hemos tropezado con una piedra así. No nos critiquemos.
Comprendámonos.
No se puede escupir al cielo nunca, porque la Vida tiene maneras muy cachondas de ponernos en el otro bando para que comprendamos qué se siente. Valora este artículo. Te está zarandeando para que espabiles. Mereces que te amen y te respeten no solo de escaparate delante de la gente sino de verdad.

Adriana Ferrer - Psicóloga Clínica

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