De niña, jugaba con mis hermanos varones, y en la casa
en que vivíamos, había un patio muy grande con muchos árboles. Nos divertíamos
y disfrutábamos de todos los juegos, que allí compartimos.
Pasábamos horas jugando y trepándonos en esos enormes
árboles, en la que hacíamos chozas, e invitábamos a nuestros amigos y vecinos a
jugar.
Después de
grande, y teniendo dos hijos varones y una casa con un gran parque, en el que
había un árbol, ideal para la construcción de una casita del árbol; soñaba e
ideaba realizar una, para que ellos, disfrutaran como yo, de esa niñez, en una
casita de árbol.
Pero, yo no pude darles esa casita.
Feliz me puse, al ver, que uno de mis hermanos, que es
ingeniero, le construyó una a mis sobrinos, disfrutando así también, mi hijo
mas pequeño, con ellos.
Resulta difícil
describir con palabras la sensación que se produce al estar encaramado a un
árbol: el contacto con la naturaleza, la aventura de explorar entre las ramas,
estar alejado del mundo y alcanzar horizonte con la mirada, tener una nueva
perspectiva.
Muchos de nosotros hemos soñado con tener una casa en
el árbol, ese lugar nuestro donde jugamos, nos escondemos, escalamos,
descansamos, invitamos a los amigos, miramos las estrellas, descubrimos un
nido, espiamos a los de abajo…
Cada casa en el árbol es la cristalización de un
sueño, cada persona es diferente y cada proyecto es especial, personalizado,
hecho a medida. Cuando nos enfrentamos al diseño intentamos tocar esos sueños,
porque cada casa en el árbol debe estar en el límite entre la imaginación y la
realidad.
Pero ese sueño de niño, algunos adultos lo hacen
realidad y como un excentricismo, realizan unas verdaderas casas de árbol.
Aquí comparto con Uds., algunas imágenes que encontré
en Internet, de verdaderas casas de Árbol:
Galería de
Imágenes:
Hola soy Vilma: Sí, mi querida Ceci, Yo lo sé. Cuando era chica, tenía un Tío que se divertía jugando con nosotros, y nos construyó una casa en un bosquesito. Un baúl, era la mesa, y levantabas la tapa, y encontrabas comestibles de todo tipo.¡Hasta sanwich de manteca con anchoas!! ja ja aa!!!! ¡Qué rico!!! Teníamos tazas para la leche y todo lo que podés imaginar!!!...Teníamos invitados a tomar la leche y todo!!! INOLVIDABLE!!!! Un gran abrazo!! Vilma
ResponderBorrarYo también jugué de chiquita en tres higueras que se convertían en casas o cohetes espaciales, plena era de la llegada a la luna. Estaban al borde los vecinos, cuyo patio era un bosque. Allí pasaba mis tardes, con ollas y muñecas...comiendo higos, si era febrero. Íbamos de una a la otra... Que Recuerdos!!!
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