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jueves, 24 de mayo de 2018

I – “Poemas de amor” de Mario Benedetti


Una selección poética de los versos más populares y famosos del novelista, poeta y escritor.

Mario Benedetti es uno de los escritores y poetas más famosos de la lengua hispana.
Además de novelas, cuentos y otros géneros literarios, incursiono en la poesía, dejándonos bellos poemas que se escribieron de forma aislada o fueron publicados en poemarios.
En esta publicación, les compartiré, algunas de sus obras poéticas dedicadas al amor, (debido a las lógicas limitaciones de espacio), para que los lectores tengan oportunidad de conocer y disfrutar de la maravillosa obra del poeta.
En una siguiente publicación, les compartiré sus frases y citas más populares.
Muchas de estas frases han sido extraídas de su obra literaria, especialmente de sus poemas y se han hecho muy populares en internet; y la gran mayoría de los lectores desconocen que son solo un extracto de la obra original, la que no han podido leer.
Para aprovechar el espacio de la página, hacerla más amigable para móviles y poder incluir más poemas, hemos modificado la estructura original de algunos versos y cambiado el tamaño de las estrofas, publicándolos en forma de prosa. 

Una selección de los mejores poemas de amor, de Mario Benedetti:


Hagamos un trato
No te rindas
Viceversa            
Táctica y estrategia
Enamorarse y no
Te quiero
Chau número tres
Rostro de vos
Piedritas en la ventana
No te salves
Lo que necesito de ti
Por siempre
Corazón coraza
Arco iris
Hagamos un trato

Compañera usted sabe que puede contar conmigo, no hasta dos o hasta diez, sino contar conmigo.
Si alguna vez advierte que a los ojos la miro y una veta de amor reconoce en los míos, no alerte sus fusiles, ni piense que deliro.
A pesar de esa veta de amor desprevenido, usted sabe que puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato nada definitivo, yo quisiera contar con usted.
Es tan lindo saber que usted existe, uno se siente vivo.
Quiero decir contar hasta dos hasta cinco, no ya para que acuda presurosa en mi auxilio, sino para saber y así quedar tranquilo, que usted sabe que puede contar conmigo.

No te rindas

No te rindas, aun estas a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero.

Viceversa

Tengo miedo de verte, 
necesidad de verte, 
esperanza de verte, 
desazones de verte. 
Tengo ganas de hallarte, 
preocupación de hallarte, 
certidumbre de hallarte, 
pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte, 
alegría de oírte, 
buena suerte de oírte 
y temores de oírte.
O sea resumiendo, 
estoy jodido y radiante, 
quizá más lo primero que lo segundo 
y también viceversa.



Táctica y estrategia
          
Lo que siento por ti no es amistad, voy por ti y esto va en serio. Una declaración de amor.
Mi táctica es mirarte, aprender como sos quererte como sos.
Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible.
Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos.
Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros, para que entre los dos no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es en cambio, más profunda y más simple.
Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites.




Enamorarse y no

Cuando uno se enamora las cuadrillas del tiempo hacen escala en el olvido, la desdicha se llena de milagros, el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva.
Enamorarse es un presagio gratis, una ventana abierta al árbol nuevo, una proeza de los sentimientos, una bonanza casi insoportable y un ejercicio contra el infortunio.
Por el contrario desenamorarse es ver el cuerpo como es y no como la otra mirada lo inventaba, es regresar más pobre al viejo enigma y dar con la tristeza en el espejo.


Del poemario "Poemas del alma" escrito en 1956, en tiempos de la dictadura uruguaya. Para una relación sólida, positiva y llena de complicidad.

Te quiero

Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos, te quiero porque tus manos trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada, te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca, te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo y en la calle, codo a codo somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo y tu llanto por el mundo, porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aureola, ni cándida moraleja y porque somos pareja que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso, es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso.
Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.
Chau número tres

Te dejo con tu vida, tu trabajo, tu gente, con tus puestas de sol y tus amaneceres sembrando tu confianza.
Te dejo junto al mundo derrotando imposibles, segura sin seguro.
Te dejo frente al mar descifrándote sola, sin mi pregunta a ciegas, sin mi respuesta rota.
Te dejo sin mis dudas pobres y malheridas, sin mis inmadureces, sin mi veteranía.
Pero tampoco creas a pie juntillas todo, no creas nunca creas este falso abandono.
Estaré donde menos lo esperes, por ejemplo en un árbol añoso de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano horizonte sin horas, en la huella del tacto, en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartido en cuatro o cinco pibes, de esos que vos mirás y enseguida te siguen.
Y ojalá pueda estar de tu sueño en la red, esperando tus ojos y mirándote.

Un poema para noches de añoranza y melancolía, cuando la distancia nos separa.

Rostro de vos

Tengo una soledad tan concurrida, tan llena de nostalgias y de rostros de vos.
De adioses hace tiempo y besos bienvenidos, de primeras de cambio y de último vagón.
Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión, por colores, tamaños y promesas. Por época, por tacto y por sabor.
Sin temblor de más me abrazo a tus ausencias, que asisten y me asisten con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras de noches y deseos, de risas y de alguna maldición.
Mis huéspedes concurren, concurren como sueños con sus rencores nuevos, su falta de candor.
Yo les pongo una escoba tras la puerta, porque quiero estar solo con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos mira a otra parte, con sus ojos de amor que ya no aman.
Como víveres que buscan su hambre, miran y miran y apagan mi jornada.
Las paredes se van, queda la noche, las nostalgias se van, no queda nada.
Ya mi rostro de vos cierra los ojos y es una soledad tan desolada.

Piedritas en la ventana

De vez en cuando la alegría tira piedritas contra mi ventana.
Quiere avisarme que está ahí esperando, pero me siento calmo casi diría ecuánime.
Voy a guardar la angustia en un escondite y luego a tenderme cara al techo, que es una posición gallarda y cómoda para filtrar noticias y creerlas.
Quién sabe dónde quedan mis próximas huellas ni cuándo mi historia va a ser computada, quién sabe qué consejos voy a inventar aún y qué atajo hallaré para no seguirlos.
Está bien no jugaré al desahucio, no tatuaré el recuerdo con olvidos, mucho queda por decir y callar y también quedan uvas para llenar la boca.
Está bien me doy por persuadido que la alegría no tire más piedritas, abriré la ventana, abriré la ventana.

No te salves

No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana, no te salves ahora, ni nunca.
No te salves, no te llenes de calma, no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo.
No dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño, no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo.
Y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas, entonces no te quedes conmigo.


Lo que necesito de ti

No sabes cómo necesito tu voz, necesito tus miradas y aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior, necesito la luz de tus labios.
¡Ya no puedo... seguir así!
...Ya... No puedo, mi mente no quiere pensar, no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos, aquella paciencia de todos tus actos.
Con aquella justicia que me inspiras, para lo que siempre fue mi espina, mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido...
Me estoy quemando, aquello que necesito ya lo he encontrado, pero aun...
¡Te sigo extrañando!

Por siempre

Si la esmeralda se opacara, si el oro perdiera su color, entonces, se acabaría nuestro amor.
Si el sol no calentara, si la luna no existiera, entonces, no tendría sentido vivir en esta tierra, como tampoco tendría sentido vivir sin mi vida, la mujer de mis sueños, la que me da la alegría...
Si el mundo no girara o el tiempo no existiese, entonces, jamás moriría, tampoco nuestro amor...
Pero el tiempo no es necesario, nuestro amor es eterno, no necesitamos del sol de la luna o los astros para seguir amándonos...
Si la vida fuera otra y la muerte llegase, entonces, te amaría hoy, mañana... por siempre... todavía.


Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque ésta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Arco iris

A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.

Y de regalo para ti… “No te rindas”
(Para una mejor visualización del video, amplía su pantalla, y luego retorna con Esc.)


Sobre Mario Benedetti


Mario Benedetti Mario Benedetti (1920 – 2009), fue un escritor, poeta y dramaturgo uruguayo.
Es autor de más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas.
Su extensa obra abarcó los géneros narrativos, dramáticos y poéticos. También fue autor de varios ensayos y creo audiolibros recitando sus poemas fue grabada en varios casetes y cds.
Algunas de sus obras más famosas fueron: La tregua (novela), La borra del café (novela), Gracias por el Fuego (cuento), el poemario Poemas del alma, El amor, las mujeres y la vida (poesía), Rincón de haikus (poesía), Vivir adrede (ensayo) y Pedro y el Capitán (obra de teatro).

Lee más información sobre Mario Benedetti y sus obras literarias.
El texto en su formato original de los poemas del autor que compartimos en este artículo y muchos otros, se puede encontrar en los siguientes sitios web:



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