(En Lampedusa, en el fondo del
mar, fue hallado el cuerpo de una mujer migrante abrazada a su bebé, náufragos
de un sueño)
Dicen las noticias que hace unos
días, la Guardia Costera italiana encontró una embarcación precaria a unos 60
metros de profundidad, cerca de la cosa de Lampedusa. Había naufragado el 7 de
octubre. Cerca de ella se encontraron 13 cadáveres de jóvenes africanos. Entre
las víctimas se encontraba una mujer que abrazaba a su bebé. 22 personas
sobrevivieron al hundimiento, pero quedaron otras 13 personas que no corrieron
la misma suerte.
Rodolfo Raiteri fue uno de los
buzos que encontró a esta madre contó que "ver ése cuerpecito echado en el
fondo del mar, al lado de la que probablemente era su madre, ha sido un puño en
el estómago. El hecho que hayan permanecido así de juntos y los brazos de la
chica nos hacen pensar que lo abrazó hasta el último momento", explicó.
La ONG Open Arms ha denunciado la
situación en su perfil de Twitter, en el que afirman que las personas que no
sobrevivieron al hundimiento "buscaban una Europa en paz y les atrapó el
fondo del mar". "Malditos sean los verdugos. Ojalá no les deje dormir",
afirman.
Nada se conoce de la identidad de
la joven ni de su bebé. Nada se sabe de su historia, de sus sueños, del futuro
que ella imaginaba para su niño. Apenas que murió abrazada a su hijo, en el
fondo del mar. Mientras tanto, Europa sigue indiferente a la tragedia de los
migrantes.
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