Después de una hermosa mañana de sol, Me dedique a cortar el césped y
arreglar mi jardín, sufriendo el cansancio y calor, normal de estas cosas. Así
que, después de un baño relajante y acompañada por la bella música, y en el
silencio de mi soledad, me senté a la
compu, y me puse a escribir, escuchando sólo, el latir de mi
corazón, y a mis pensamientos hablar...
En un mes como el presente, hace Diez años atrás, Volví a RENACER… Cumplía
la mitad de mi vida, más exactamente los 50 años. Muchas cosas pasaron hasta
allí, buenas y malas, pero muchas al fin. Pero lo terrible, había ocurrido ese
último tiempo… Mi vida era devastada por un
bombardeo. Pero aún, estaba VIVA!
Mi vida daba un giro de 180°, del que debía comenzar a construir un cambio
y renovación.
Allí me encontré, parada en medio de los escombros, tratando de
reconstruir el último tramo de mi vida. Pero a esa altura, cansada de luchar,
lo hice muy lentamente, y tratando de disfrutar de todo, y cada uno de los
actos, desde lo más mínimo, hasta de cada ladrillo que coloque en ella. Pero
Temerosa también, Pensando y calculando, para evitar fallar nuevamente; como
también, algo aturdida, de no saber por dónde comenzar (El lugar donde vivir,
el trabajo, el Amor, los sueños).
Comencé la reconstrucción, desde la base de mis cimientos:
Experiencias, errores, frustraciones, aprendizajes, con una mezcla de cemento
de: Coraje, valentía, sabiduría y discernimiento, para así comenzar con toda la
fortaleza posible.
Encomendada a Dios y con mucha fe, así comencé. Con mucho trabajo, esfuerzo, sacrificios,
escases económicos, sufrimientos; pero también el gozo por cada meta lograda,
agradecimiento constante, y el disfrutar de cada momento de vida.
Disfrutando desde la Nada, Todo.
De cada mañana al despertar, desayunando con el sonido de los
pajaritos. De las caminatas por la villa, o del paseo en bicicleta. Del aroma a
la comida que preparo. De cortar el césped y arreglar mi jardín. Las charlas y
las salidas con una amiga. O, de los
momentos de soledad, en los que me deleito con música, una buena lectura, o de
una película en la compu, o de un simple baño relajante.
Mi sensibilidad estaba a flor de piel, como cuando suena un violín.
Así cómo la Alegría y la felicidad florecen por cada logro, la
angustia, la tristeza y la nostalgia, también se hacen presentes, y hacen
estragos.
También debo destacar, que mucho les debo y agradezco, a todos mis
AMIGOS y HERMANOS, que estuvieron apoyando, ayudando, acompañándome y
sosteniéndome, en todo momento.
Todos ellos fueron pilares importantes de mi reconstrucción.
De tantas enseñanzas que la vida me ha dado, debí ser paciente, y
darle tiempo al tiempo, para adaptarme a estos nuevos cambios.
Fue un tiempo de mucho aprendizaje, lecturas, estudios, un mirar
constante mi interior, mi alma. Todo ello, despertó en mí, el deseo de escribir,
y sacar todo mi sentir del corazón, y volcarlo en un papel; como así también,
compartirlo con todos, haciéndome sentir así, más aliviada y acompañada.
Unas de las tantas lecciones que tuve en este proceso, es este hermoso
poema de Mario Benedetti, que ahora les comparto, y dice así:
No te rindas
No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los
escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no
cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y
se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún
hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque
lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor,
es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas
quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frió queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle
el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún
hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora
y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero.
GENIAL!!!
Y Hoy puedo decirte, “QUE LO LOGRÉ. ESTOY EN PAZ Y SOY FELIZ!!”
Lo más importante en esta reconstrucción, fue la limpieza de Alma y
mente. Así como en las fotografías, transforme en mi vida, todo lo negativo, en
Positivo. Y es difícil describir, lo bello que se siente eso… es magia, es como
un brillo, una luz que emana del alma. Y poder decir que hoy, experimento Paz
dentro de mí.
Que confío encontrarme exactamente donde debo estar, y no me olvido las
posibilidades infinitas, que nacen de la confianza en mí misma, y en la de otros;
Que utilizo los dones que he recibido, y les trasmito a otros, el amor que se me
ha dado.
Que estoy feliz conmigo misma, por lo que soy.
Dejo que esta sabiduría, se asiente en mis huesos, y deje a mi alma cantar, bailar y amar libremente.
La paz que Yo ahora traigo en mí, es diferente a la paz que soñé un
día.
Cuando se es joven e inmaduro, se cree que tener paz, es hacer lo que
se quiere, quedarse en silencio y jamás enfrentar una contradicción o
decepción.
El tiempo nos va mostrando, que la paz es el resultado del
entendimiento de algunas lecciones importantes que la vida nos ofrece.
La paz está en el dinamismo de la vida, en el trabajo, en la
esperanza, en la confianza, en la fe.
Tener paz es tener la conciencia tranquila, es tener la certeza de que
se hizo lo mejor o, por lo menos, lo intentó.
Tener paz es asumir responsabilidades y cumplirlas, es tener serenidad
en los momentos más difíciles de la vida.
Tener paz es tener oídos que oigan, ojos que vean, y boca que digan
palabras que construyan. Tener paz es tener un corazón que ama.
Insisto… TENGO PAZ Y SOY FELIZ, A MI MANERA…
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