Nació
en Montevideo,
Uruguay,
el 1º de noviembre de 1923.
Marcado
por una fuerte vocación artística partió en su juventud a Buenos Aires, donde
se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta
en Barracas y Avellaneda.
En
la década del 40 a
su regreso al Uruguay, motivado por el tema del candombe y la comparsa
afro-oriental y vinculándose estrechamente
a la vida del conventillo "Mediomundo”, entra de lleno a
manifestarse en el campo del arte.
Páez
Vilaró se entregó con pasión al tema, pintando decenas de cartones, componiendo
candombes para las comparsas lubolas, dirigiendo sus coros, decorando sus
tambores o actuando como motivador de un folklore que en ese momento luchaba
por imponerse sobre la incomprensión.
Lavanderas,
velorios, Navidades, mercados, bailongos a la luz de la luna, Poblaron sus
cartones y lienzos.
Agotado
el tema fue inevitable su partida hacia Brasil, donde iniciaría un largo viaje
a través de todos aquellos países donde la negritud tenía fuerte presencia:
Senegal,
Libéria, Congo, República Dominicana. Haití,
Camerún, Nigeria…
En
ese periplo pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su
sello en monumentales murales.
En toda su vasta
trayectoria de realizaciones, y a pesar de los viajes y los cambios
experimentados en su pintura durante un medio siglo de acción, el artista
mantuvo con firmeza su lealtad al tema afro uruguayo, al que le sigue dedicando
las mejores horas o acompañándolo a tambor batiente cuando cada año se celebra
la ceremonia de "las llamadas".
Radicado
finalmente en Punta Ballena, Uruguay, tiene su taller en la cúpula mayor de
Casapueblo, su "escultura habitable“, modelada con sus propias manos,
sobre los acantilados que miran al mar.
Lo
vemos en el siguiente video:
(Puedes ampliar la pantalla del video, en la barra inferior, de control del mismo, a la derecha)
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